31-07-21010 -- 8 de julio: “Le quiero aclarar a la gente de San Lorenzo y a los dirigentes que en esta situación va a ser muy difícil seguir. Yo estoy muy contento con el plantel, con lo que se está haciendo, pero siento que el equipo necesita refuerzos. San Lorenzo es un grande. Me llamaron para armar un equipo competitivo, estoy haciéndolo, pero en esta situación va a ser difícil poder seguir”, confesaba Ramón Díaz, disconforme con los dirigentes por la falta de refuerzos.
Pero la realidad cambió. Los aires se tranquilizaron, y ese problemático Ciclón quedó en el olvido para transformarse en uno más mansito, que se ilusiona con pelear el Apertura 2010. “Estamos bien, estamos demostrando. Fuimos de menor a mayor en los amistosos. En estos dos partidos fuimos creciendo”, explica a la perfección Leandro Romagnoli, quien será una de las caras nuevas de Ramón, ya que por lesión estuvo alejado de las canchas durante un largo tiempo.
¿Cuánto pasó para que esa amenaza de renuncia se transforme en una ilusión desenfrenada? Apenas 23 días. ¿Qué fue lo que cambió? La dirigencia apuró la llegada de jugadores, y concretó los arribos de Guillermo Pereyra (Murcia), José San Román (Tigre) y Diego Placente (Burdeos), más la del colombiano Leonardo López (Boyacá Chicó), que ya se entrenaba con el plantel. Además, la recuperación física de Romagnoli significó un alivio para el DT, que podrá contar con su as de espadas.
“Me gusta el equipo porque somos compactos”, aseguró Migliore apenas concretada la obtención de la Copa de Invierno. “Esta Copa nos motiva mucho”, confiesa Alfaro, siendo otra de las voces que expresan la ilusión de San Lorenzo. En menos de un mes, el Ciclón dio un giro a tiempo, y de ese equipo que no encontraba rumbo, pasó a transformarse en un candidato al título.
Fuente: Olé.